viernes, 23 de mayo de 2014

El cielo estaba para ser tragado a bocanadas y mi espalda se hacía una con la inmóvil desesperanza de quienes tienen demasiado tiempo entre las manos.
La inspiración me encontró con sus ojos de águila hambrienta y me fueron removidos los límites de la contemporaneidad.
Una conmoción similar a la ternura me refrescaron la memoria. Amigas. Sonrisas. Mensajes de todo tipo.

Mi materia puede estar desecha y puede que jamás alcance con mis dedos lo que dicen que es  bello, sin embargo, mi cuerpo es catedral de vientos, de nuevos vientos y augurios y se transcriben en mis células las memorias de todo lo que es conocido por la mente humana, se expande el universo en mis costillas y quedo hermosamente desparramada, felizmente desparramada sobre todos mis antojos y suspiros.

jueves, 6 de marzo de 2014

Cuando sonríes, el mundo tal y como lo conozco se cae a pedazos.
Pertenezco a tus sitios, luminosos y fluorescentes como cuando el sol te da en la espalda; lúgubres y plomizos cuando la felicidad nos esquiva, pertenezco a tu mirada como perteneces a mis letras, empapadas en antiguos impulsos eléctricos.

Me manifiesto libre y poderosa bajo la atenta mirada de tus bosques, encrucijadas que no logro descifrar por completo, que me atraen y me absuelven, me condenan y elevan a un punto en que no hay retorno.

Soy tan tuya que me pierdo en el aroma que desprenden tus poros, levito minúscula en el vaho que disuelve mis pesadillas. 

Duele un poco amarte tanto, porque se me desprende el alma con fuerza, llevando consigo hilachas de mi carne, esporas de mi ectoplasma y esencia; y van a adherirse a tus brazos y a tu pecho firme, en el que encuentro descanso y tibieza tras atravesar todo esa espesa niebla triste, amalgama del azar de mi existencia. 

Para: E.A.A.S  


miércoles, 26 de febrero de 2014

I.-

La gente cada día odia más a sus amigos imaginarios.
Ya no los alimentan.
Les da lo mismo si están sucios, vomitados o enfermos. No los despiertan ni cuando tienen pesadillas.
La gente se está volviendo enemigos de sus propios amigos imaginarios. No los escuchan.
Se están agrupando y armando planes en contra de sus amigos imaginarios, planean como tenderles emboscadas, como humillarlos y hacerlos ver como tontos.
Hace mucho que no pasan tiempo juntos.
Por su parte, los amigos imaginarios se inventan convenciones en donde se conversan del día hasta la noche las posibles causas, soluciones o curas para este paulatino, creciente y amenazante odio.
Recorren el mapa buscando sitios despoblados a donde ir a habitar en caso de que a situación se torne insostenible. Un creciente pánico comienza a apoderarse de sus infinitas mentes.

sábado, 4 de enero de 2014

Fuimos poseídos tú y yo, condenados a muerte.
Fuimos mordidos por la boca agria de la costumbre y la mala gana, desintegrados hasta los huesos por sus ácidos pestilentes.
Fuimos atacados una y mil veces por los entes desolados de un presente amargo y angustioso, con excesos de responsabilidades mal paridas y palabras estropeadas por el sin sentido y el mareo de nuestro estado febril y envenenado.
Fuimos heridos a muerte por la daga opaca de la realidad oscura, azotados contra el concreto después de despertar del sueño lúcido que nos mantuvo en vela por un tiempo.
Fuimos felices, ya no lo somos.
Se nos retuerce el estómago y nos convertimos en enemigos, lucha a sangre fría por ser quien no caiga primero, lucha a sangre fría por caer a los pies del otro; sin ojos, sólo el cuerpo magullado, sólo los hematomas de la batalla.
Tú y yo despiadados, en un viaje veloz hacia la autodestrucción, hacía el fin de los tiempos, el apocalipsis de nuestro cosmos, que fue una vez radiante y que arde en padecimientos actuales.
Se nos aprieta la garganta y la mandíbula, caigo descontrolada vuelta lágrimas como si quisiera escaparme de este cuadro, como si no quisiera ya vivir entre agravios y pánico.

Ubi sunt de nuestras dulces muertes.

jueves, 8 de agosto de 2013

La belleza del arte que no poseo es precisamente esa, la libertad de que sea ajena y completamente inalcanzable. Resbalosa como un pez que se saca con la mano del rio, que cuando más cerca se sienta uno de tocar los bordes del arte mismo, de la incalculable magnitud de su deslumbre, se nos escape en menos de un pestañeo.

Esto, que parece sencillo a primera leída lo aprendí después de un proceso larguísimo. Proceso truculento, enrollado y viscoso como serpiente en el que me perdí como un turista que cierra los ojos, que los abre y observa tras su cámara y que sin darse cuenta, de un momento a otro, se pierde, se confunde y recorre errático las calles bajo el sol infernal y la gente ruidosa y transpirada que habla el idioma que se desconoce.

Padecía en esos años de la ilusión mediocre de los que se afiebran a muy temprana edad, los que perdieron la inocencia de forma gradual y tortuosa, con mucho tiempo para sentirse ansioso. Recuerdo las cosas como en tinieblas, como si hubieran sucedido en otro tiempo y lugar, un recuerdo fallido, titubeado, remezclado como el aliento de las madrugadas invernales.

Soy inmigrante del mundo, de la vida que se cuenta. Oídos que no oyen nada, como los míos que se atrofiaron en el cautiverio del egoísmo primitivo e impulsivo.

Sean mis pinceladas las primeras llamas que me calcinan, del primer hervor de mis líquidos humanos.
Sea esta la oración pagana, los versos que me allanen para el rescate arisco, para la batalla campal de mis costillas en contracción.

   Explosión sorda en el espacio.

martes, 16 de julio de 2013

¿Qué hacemos con los tristes, con los que no pertenecen a ninguna parte?
¿Qué hacemos con sus dos pasos de avance y los tres de retroceso?
¿Dónde guardamos las lágrimas fáciles?
¿Dónde escondemos sus llantos ahogados en la incertidumbre?


¿Qué hacemos con los tristes y su infortunada felicidad etérea?
¿Qué hacemos con los pobres tristes que no logran la realización de la que hablan los demás, a destajo, con la boca llena de optimismo?
¿Dónde los escondemos para que no los vea nadie? Para que sigamos fingiendo que somos la humanidad del cambio, la humanidad brillante.

¿Qué hacemos con los tristes, con lo que no logran mantenerse en pie?
Con los que no se dieron ni cuenta de lo que son.
Con los que se duermen llorando y despiertan haciendo promesas de cambio
   (multiplicar el ritual por 1000)


¿Qué hacemos con los tristes?
Si nacieron así, sangrando, sin la sonrisa idiota porque si y porque no.
Creadores filosóficos del universo con su cáos y destrucción.
    Antes de las flores.
    Antes de los colores.
    Antes de la comunión sagrada.

lunes, 27 de mayo de 2013

El reflejo, el intento, el ave surcando el cielo.
Las nubes, el temblor y su tiempo.
El disparate incierto.
El terrible asalto, la astilla en el cráneo.
Mi piel verdosa, el daño en el oído medio.
Lo que no se justifica ni rima.
Mi voluntad de pluma que se desintegra en el viento.
Mis ojos que arden desde el comienzo.
Crezco enorme desde donde empiezo y me pierdo, inmensa.
Y me pierdo, terrible.
Y me pierdo y no aparezco.